lunes, 31 de octubre de 2011

Cáncer (X) ¿Vivir con miedo?

El cáncer se cura– nos dicen. Con la cirugía, la radioterapia, el tratamiento... se elimina por completo.

Y con las revisiones anuales para detectar recaídas –estás muy controlado–; ¿es completamente cierto?

Las publicaciones sitúan en un 80-90% la supervivencia a 20 años de los enfermos de cáncer de tiroides:
1 ó 2 de cada 10 no vivirá tanto, esa debe ser mi probabilidad de no pasar de los 58. Las tasas de supervivencia a 5 años indican además que un pequeño porcentaje ni siquiera sobrevivirá tanto tiempo.

2 ó 3 tendrán recidivas (reapariciones) y metástasis (extensiones a otras partes del cuerpo) que recibirán sus correspondientes tratamientos: tendrán que volver a pasar de nuevo por la misma  pesadilla.

¿Son fiables esos datos?. En mi opinión los estudios son escasos y no existe ninguno con volumen suficiente como para cuantificar nuestra expectativas de volver a estar afectados ni para estimar nuestra esperanza de vida, al menos yo, que no soy ningún experto en la materia, no lo conozco.

Pero... y dentro de nuestra cabeza, ¿también se cura?, ¿vivimos con miedo?, ¿se llega a olvidar el cáncer?... en mi caso no puedo evitarlo, sobre todo cuando se acercan las fechas de rastreo... tengo miedo.

¿Soy un cobarde por temer?... sé que todos tenemos una fecha de caducidad, la única diferencia es que mi enfermedad me ha hecho pensar en ello.

Tengo miedo cuando pienso que no voy a ver a mis hijos crecer, casarse, de no conocer a mis nietos...

Miedo a no envejecer junto a mi mujer, a dejarla sola con la responsabilidad de cuidar a Javier...

Miedo a no tener fuerzas para cuidar de los míos... miedo de no poder mantener a mi familia.

Miedo sobre todo de pasar una nueva temporada enfermo... me horroriza.

Miedo por mi futuro laboral: si algún día decido dejar de ser autónomo, ¿me contratará alguna empresa sabiendo que he estado enfermo y puedo volver a estarlo? ¿será el cáncer mi tumba profesional? ¿estaré dando yo las primeras paladas para enterrarme escribiendo este blog?.... el tiempo lo dirá.

Y tú... ¿no le tienes miedo a nada?, ¿a la muerte, al dolor, al fracaso, al paro, a envejecer, a la soledad...? saca tus miedos fuera: verás que son pequeños, mucho más que tus fuerzas y que puedes con ellos.

Convivir con nuestros temores no es algo malo, siempre y cuando esto no determine nuestra forma de pasar por este mundo.

En ocasiones el miedo me atenaza... pero me dura breves instantes, la vida es muy intensa y hay que aprovecharla... hay que hacer muchas cosas, tengo que sacarle el máximo jugo a los años que me quedan sean los que sean, porque al final tener miedo a morir... tampoco es para tanto.
...

16 comentarios:

  1. Yo prefiero no pensar en ello, tengo 22 años y no se todavía ni lo que es vivir, no se lo que es tener a un hijo entre brazos, no se lo que es que me den palmaditas en la espalda por un buen trabajo, no se lo que es tener libertad de verdad para poder escaparme y tengo ahí la sombra...

    Prefiero no pensar en ello, no desgastarme mentalmente, prefiero llegar fresco si algun dia tengo que llegar a esa prueba, quiero plantarle cara a la puta enfermedad esta y escupirle a su horrible cara sin humanidad.

    Prefiero no pensar en ello...

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  2. Los Hombres Valientes y las Mujeres Fuertes de Sonrisa Invencible pasan miedo. Vaya si lo pasan. Lo que ocurre es que son capaces de sobreponerse, de impedir que les domine. En mi opinión, el miedo es uno de los dos sentimientos más capaces de destruir el corazón del ser humano. El otro es la culpa.

    Esta vida es demasiado valiosa, dure lo que dure, así que vamos a despreocuparnos un poco.

    Un beso.

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  3. Querido Alex,

    De nuevo muchas gracias por compartir tus sentimientos.

    Sin duda es mejor no pensar en ello... pero a veces cuesta tanto...

    Un fuerte abrazo.

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  4. Orquídea de mi corazón,

    No tengo muy claro que el miedo no domine nuestros actos aun cuando creemos que no es así.

    Todos los animales actuamos por instinto de supervivencia que no es más que un automatismo derivado del miedo a morir.

    ¿seguro que no están condicionadas nuestras reacciones cotidianas por todos nuestros miedos?

    Tienes razón... mejor intentar despreocuparse un poco.

    Besos.

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  5. Claro, y ese instinto de supervivencia es lo que nos ha traído hasta aquí. Pero una cosa es tomar decisiones contando con ese instinto como "aliado" por decirlo así, y otra muy distinta es que el miedo campe a sus anchas.

    Por eso seguramente nuestras reacciones cotidianas sí que están condicionadas por miedos, pero también hay otros sentimientos que guían decisiones, como el valor que se deduce de tus actos o el amor que rebosan tus palabras.

    Porque, mi querido Hombre Valiente, es verdad que los miedos, al final, no son para tanto :)

    Un beso.

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  6. Claro que se pasa miedo, y ahora, tras ser madre, se multiplica por mil.

    Me da miedo quedarme en la carretera, tras un viaje de trabajo, y dejar solo a Eloy y a mi niña.

    Me da miedo que afecte a mi carrera profesional el tiempo que voy a dedicar a mi hija, pero tengo claro que ese tiempo es sagrado e imprescindible para mí y para ella.

    Me da miedo la economía, el rumbo que puede tomar todo esto.

    Me doy miedo hasta yo! que algún día me pegue un bajón y no me recupere... aunque viendo sonreir a mi niña, lo veo bastante remoto.

    Mariano, si no tuvieras miedo, no serías humano. Y esto es lo que nos hace luchar día a día por las cosas que nos importan.

    Un gran abrazo!

    Ana

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  7. Mi miedo es clínico. Quiero decir, que está estudiado, analizado, archivado y descansa en los anales de la medicina psiquiátrica moderna con mucho bla, bla, bla y pocas soluciones.
    Mi miedo, es miedo al miedo.
    Por eso entiendo otros miedos mucho más lógicos y racionales, propios del ser humano que, supongo será para bien, tiene esa neurona de más que le hace analizar la vida, calibrar balanzas y asomarse al futuro.
    Pero, ¿sabes una cosa? Como tiene su lógica también tiene su réplica. Y es la tranquilidad de que esos resultados conforme vayan saliendo en positivo irán imponiendo su realidad. Y al final, el bicho quedará confinado a una víspera, no a días o meses... Lo he visto de cerca y por eso sé que es así. Saluda de mi parte con una maleta ya en el felpudo a tu miedo y dile que espero que el mío se vaya también pronto de viaje.

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  8. Totalmente de acuerdo con Orquídea, aunque no podamos evitar que el miedo viva dentro de nosotros, tenemos que conseguir que el valor y el amor guíen nuestras decisiones.

    Un fuerte abrazo.

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  9. Querida Ana,

    Bienvenida de nuevo por aquí... y encantado de compartir miedos ;)

    Espero seguir encontrándome contigo en la lucha por las cosas que nos importan.

    Besos y hasta pronto.

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  10. Un saludo, Marieta.

    Gracias por tu comentario y por compartirlo con nosotros.

    Esperemos que pronto nuestros miedos humanos nos dejen tranquilos... al menos una temporada.

    Un abrazo.

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  11. Buenos días a todos,

    Creo que el miedo es un buen compañero de viaje siempre y cuando que tú lleves las riendas del viaje. Porque el miedo nos hace ser más precavidos, etc.

    La verdad es que yo he tenido muchas experiencias cercanas con el cáncer y sería muy estúpido por mi parte no tener miedo a esas 6 malditas letras. Toda la familia paterna (abuelos paternos, tíos paternos y padre) murieron de cáncer. Por lo que es algo que me da miedo, por eso de la herencia genética. Pero no puedo dejar que eso me paralice. Lo que sí hago es hacerme todas las revisiones anuales en trabajo, etc.

    También tengo que decir que como ha dicho Ana, mi mayor miedo no es sufrir en mis carnes esa enfermedad, sino que como madre, lo tenga que sufrir en carnes de mis hijos. Ese temor sí que puede llegar a paralizarme, pero en esos momentos cojo todo mi optimismo y sacudo ese miedo. Aunque nunca lo destierro del todo. Cada vez que leo alguna noticia de leucemia me tiembla hasta el alma con sólo pensar que Iñigo es más proclive a padecerlo.

    Un abrazo

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  12. Gracias Asun por enseñarnos que tú también tienes "tus miedos".

    No tengo muy claro que yo lleve las riendas de mi viaje... mándame un poco de ese optimismo... que a veces ando algo escaso.

    Besos y abrazos.

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  13. Mariano, lo que me enseñas cada vez que te leo es impagable.
    Comparto tus miedos... no por iguales, sino por el sentimiento que nos llena. Todos tenemos miedos. Miedo al mañana... aunque curiosamente no sabemos qué nos va a deparar y, en buena medida, lo crearemos nosotros.
    Como dices, es algo humano.

    Solo puedo decirte... mira la sonrisa de Javier y disfruta de ese instante, de ese momento presente.

    Un abrazo grande grande!

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  14. Gracias Diana por compartir tus miedos.

    Es cierto que cuando los sacamos afuera parecen mucho más pequeños... y si los comparamos con las cosas positivas que tenemos... vemos que son diminutos...

    Otro abrazo de vuelta :)

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  15. Claro que se tiene miedo querido hombre valiente. Es imposible no pensar en los resultados del rastreo. Es muy difícil decirle a tu cabeza que no piense. Intento convivir con ese miedo, me pongo la careta de tía sonriente y feliz para salir a la calle. A veces, incluso se me olvida que me puse la careta y sonrío sin más. Pero es tan fácil llorar cuando estás sola pensando en todo lo que puede pasar.
    En fin querido hombre valiente, precisamente por culpa de ese miedo estoy volviendo a releer tu precioso blog.
    Un abrazo fuerte desde la capital del Reino.
    Eva.

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  16. Hola, Eva, si te soy sincero creo que he perdido el miedo.

    Cuanto más tiempo pasa más convencido estoy de que soy capaz de hacer, al menos, las mismas cosas que hacía antes de que el cáncer llegase a mi vida.

    Las limitaciones se suplen con ganas, con entusiasmo, trabajo, alegría... y con la rutina diaria, los problemas cotidianos, el estrés, los agobios... lo cierto es ahora que me has hecho pararme a pensar... hace mucho tiempo que no siento miedo...

    Un abrazo fuerte

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