Pamplona, lunes 30 de Marzo de 2.009
Tengo frío... mucho frío, tumbado en la cama de la clínica, aterido y tiritando, un frío que duele... con el pijama, una bata, un par de mantas, un calefactor y sigo estando helado; porque la habitación está aislada con plomo, por la paralización del metabolismo o por el yodo radiactivo, no lo sé... pero no entro en calor.
Las horas pasan muy lentas, no consigo dormir a pesar de estar agotado por los nervios y la tensión... ayer cuando ingresé, me llevaron a la habitación y encontré en la puerta este cartelito para irme animando:
Me han explicado el tratamiento con Yodo radiactivo: se ingiere una cápsula que lo contiene para "quemar" las células tiroideas que hayan quedado tras la cirugía y las cancerígenas se encuentren donde se encuentren; para ello, me han retirado la pastilla durante un mes y eliminado alimentos con yodo de mi dieta: el cuerpo está en alarma porque el metabolismo no funciona y demanda a la tiroides (a sus restos) que produzca hormona, por eso está ávida de yodo para poder funcionar... así en cuanto lo tome será captado con rapidez... es ingenioso, pero creo que su utilidad terapéutica fue descubierta por casualidad.
Tengo frío... mucho frío, tumbado en la cama de la clínica, aterido y tiritando, un frío que duele... con el pijama, una bata, un par de mantas, un calefactor y sigo estando helado; porque la habitación está aislada con plomo, por la paralización del metabolismo o por el yodo radiactivo, no lo sé... pero no entro en calor.
Las horas pasan muy lentas, no consigo dormir a pesar de estar agotado por los nervios y la tensión... ayer cuando ingresé, me llevaron a la habitación y encontré en la puerta este cartelito para irme animando:
es amplia, en tonos grises, sin ningún adorno, con un hermoso ventanal (convenientemente cerrado para que no escape la radiación) y tiene 2 baños, ¡todo un lujo!: uno para ser utilizado hoy y otro, cuyo desagüe va directo a un depósito de residuos radiactivos, que utilizaré a partir de mañana.
La habitación
La habitación
Me han explicado el tratamiento con Yodo radiactivo: se ingiere una cápsula que lo contiene para "quemar" las células tiroideas que hayan quedado tras la cirugía y las cancerígenas se encuentren donde se encuentren; para ello, me han retirado la pastilla durante un mes y eliminado alimentos con yodo de mi dieta: el cuerpo está en alarma porque el metabolismo no funciona y demanda a la tiroides (a sus restos) que produzca hormona, por eso está ávida de yodo para poder funcionar... así en cuanto lo tome será captado con rapidez... es ingenioso, pero creo que su utilidad terapéutica fue descubierta por casualidad.
Los efectos secundarios que pueden aparecer: sabor metálico, boca seca, dolor de garganta, inflamación glándulas salivales, dolor de cuello, nauseas, vómitos, dolor de cabeza, diarrea o estreñimiento, fatiga, fiebre, escalofríos, urticaria, dificultad respiratoria... y me han recomendado que lleve caramelos ácidos para estimular la salivación porque se han dado casos de perdida de sentido del gusto... ¡qué ánimos!.
La buena noticia es que, aunque tengo que estar encerrado en la habitación varios días, algo aterrador para alguien claustrofóbico como yo, no van a cerrar la puerta con llave, –no somos tan crueles– dicen.
A primera hora han venido con el yodo... la escena, tragicómica... entran un médico, una auxiliar y una enfermera, ataviados con trajes de plomo... llevan un tubo de plástico de aproximadamente un metro de longitud en cuyo extremo está la pastilla... hago el ademán de alargar la mano para cogerla y... –¡¡¡Nooo!!!, ¡no la toques, es muy peligroso!–, ¡J...!, ¿no la puedo tocar y me la tengo que tragar?... y la introducen directamente en mi boca... se apartan, y salen de la habitación rápidamente... me reiría si no tuviera miedo.
De momento estoy bastante bien, bebiendo mucha agua para eliminar el yodo lo antes posible, tengo nauseas, pero de momento no he vomitado; mi baño Radiactivo comparte pared con la habitación contigua, también de aislamiento, y mi vecina no puede decir lo mismo, da mucha pena oírle vomitar continuamente.
Bueno, me siento bastante solo aquí aislado pero de momento parece que no es para tanto... estoy enviando mis correos con este avatar:
A unos le parecerá frívolo, a otros les dará igual y otros sentimos que tenemos la suerte de conocerte, de sacar el lado humorístico de las situaciones, de ser valiente...
ResponderEliminarEs un orgullo conocer personas como tú.
Íñigo Alli
Gracias Iñigo por tu comentario.
ResponderEliminarSé que puede parecer que me tomo el tema demasiado a la ligera... pero un poquito de humor negro me ayuda a superar las piedrecitas del camino...
Un abrazo radiactivo ;)
Yo tenía la esperanza de que la radioactividad produjera los efectos típicos que todos sabemos que se pueden llegar a producir gracias a los comics…ya que tener un hermano con súper-poderes iba a ser la bomba…..Pero nada….ni se puso verde, ni brillaba en la oscuridad, ni volaba ni nada…
ResponderEliminarNo obstante con el tiempo sí que di cuenta que la famosa pastillita había tenido sus efectos y le habían dado poderes, aunque menos vistosos que en las viñetas infantiles: capacidad de resistencia sobrehumana, optimismo a fuerza de bombas, amor por su familia de una manera inquebrantable…. ¿quién quiere lanzar rayos y llevar un traje brillante y hortera teniendo todo eso?….
Hombre, lo del traje hortera tenía su "puntito"...
ResponderEliminarUn abrazo y gracias.
Sigo pensando que verte con el traje rojo por la calle con la mascara y ese rayo que sale de la cabeza, sabiendo que eras tu, hubiera sido un puntazo.. ¡Y encima con capa! Uff, fantastico.
ResponderEliminarA tiempo estamos. Yo me apunto...
Los trajes ya los buscare...
ResponderEliminarDespués de lo de este domingo ( caminar sin suela......)igual resulta que si que tienes algún superpoder...
ResponderEliminarEs una gozada ver como disfruta Javier contigo...
Vaya familia de superhéroes que estais hechos.
Itziar
Hola Itziar,
ResponderEliminarPocos pueden presumir de haber bajado un monte "en calcetines",(nunca había visto la suela de unas botas descomponerse de esa manera) y además sin una sola herida o rozadura... desde luego el Yodo radiactivo me ha debido de inmunizar contra todo!
Aunque desde luego soy demasiado soso para ponerme un traje rojo como dice Javier C. en su comentario ;)
La verdad es que reconforta mucho el cariño de Javier, esos ratitos de juegos y besos entre padre e hijo y la manera en que te devuelve con creces el amor con el que le cuidas son las cosas que hacen que al final nada sea para tanto.
Un abrazo.
Yo me pasé los tres dias jugando con el sensor de radioactividad de la puerta que pitaba cuando llegaba a niveles altos, el primer día pitaba cuando estaba a dos metros, el segundo al metro y el tercero tenia que acercar la mano para que pitase, eso si, me metí litros y litros de zumo de piña en el cuerpo. Sobre el tema de los caramelos me llevé de limón y naranja de estos redondos y enormes que venden en las paradas de los mercados de pueblo que son superacidos, me vinieron muy bien. Yo no tuve tanta suerte y no tuve internet, me pasé los tres dias hablandole a la tele con el canal vaughman en inglés y cantando canciones (ay quien me escuchara). Pero bueno, aqui estamos y seguimos dando caña, todo sea por salir bien y listos para el día a día. Un gran abrazo socio de radioactividad.
ResponderEliminarHola Alex,
ResponderEliminarGracias por tu comentario, compañero radioactivo ;)
¡Vaya lujo, sensor en la puerta!... yo sólo sabía que había bajado el nivel de radiactividad cuando me venían a controlar con el medidor.
Yo bebí agua... mucha, mucha agua.
Un abrazo y que la fuerza te acompañe :)
(Soy Mariano, pero no sé que le pasa hoy a blogger que no me deja publicar comentarios con mi perfil)
Querido Hombre Valiente -temporalmente anónimo-, hay que tener mucho valor para tener sentido del humor en una situación como esa.
ResponderEliminar¿Ves? hubo un tiempo en que yo casi no podía recordar la última vez que me había podido reír a carcajadas (aunque el humor no solo consiste en reírse, como bien sabes). Quizá es que no tengo tanto valor, por eso admiro a las personas como tú, con esa capacidad.
Y no te creas que lo digo a la ligera, no soy buena aduladora. No tengo por qué.
Un beso :)
Me alegro mucho de tenerte de vuelta, Orquídea.
ResponderEliminarAgradezco el halago, sé que no es gratuito... ¿no te estarás "ablandando"?... o tal vez sea el efecto de tus viajes que te han mejorado el ánimo ;)
Un abrazo.
compañeros y compañeras de la odisea de luchar por la vida,,gracias por compartir la experiencia del encierro, de los dolores, de los miedos, de las ansias de vivir..gracias a la ciencia que en los años '30 descubriò el uso del yodo radiactivo para combatir el càncer de tiroides, mucho falta todavìa por recorrer, pero cada dia hay mejores expectativas de sobrevivencia, en estos momentos pienso en ANDRE, un niño hondureño, de 16 años que hoy le dieron el yodo, y cumple su primer dìa de encierro, seguro que sabrà enfrentar este duro momento..y la vida brillarà para èl...
ResponderEliminarMuchos ánimos para Andre... qué duro es que le toque pasar por esto a un niño; a los que ya tenemos 40 la vida nos ha ido preparando para el sufrimiento, pero resulta muy injusto que le ocurra a quien acaba de comenzar el camino...
ResponderEliminarSeguro que le irá muy bien.
:)
ResponderEliminarNo, no me estoy ablandando. Te dije que explicaría lo que veo; a veces veo otros enfoques a lo que cuentas o me surgen preguntas o dudas -siempre sinceras-, otras veces veo sencillamente actos llenos de valor. Eso es todo.
Y sí, no hay nada como algún que otro viaje para respirar a pleno pulmón aires distintos y cortar con esta rutina que nos adormece en una ensoñación de horarios sin cambios y sucesiones de días idénticos como el de la marmota... y en esta vida hay que estar alerta! Hay un montón de cosas asombrosas que están ocurriendo a nuestro alrededor.
Un beso.
Me gusta ese fresco optimismo que se atisba entre tus palabras, querida Orquídea,
ResponderEliminarUn abrazo y gracias de nuevo.
Hay que admitir que es un duro palo, darte cuenta de lo fragil que puede llegar a ser tu vida y lo que te pueden cambiar dos palabras.
ResponderEliminarPero hay que verlo como una especie de catársis, una prueba mas, una forma de mejorar y de darlo todo e ir de cara al 100% en algo en la vida.
Si hay algo que recuerde fue la primera vez que cogí el coche después de todo, con el sol de cara y mi musica, ventanillas bajadas, sin prisa. En ese momentó pensé que que tonteria mas grande y lo que lo estaba disfrutando, sonreí.
Un abrazo a todos y fuerza para André.
Gracias Alex por transmitir tu optimismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
al menos era verano
ResponderEliminara mi me paso en junio y era invierno... en el hemisferio sur pero ya con los años no te hacen mas estos tratamientos.. pero bueno hay que pasarlos... animo!
Eran los primeros días de la primavera y aquí en el norte de España sigue siendo una prolongación del invierno, hacía bastante frío.
ResponderEliminarGracias por los ánimos desde el hemisferio opuesto.
Besos.
Buenas tardes, porfavor me podrian decir luego del tratamiento donde me puedo quedar tengo una bebita de 5 meses y me dicen q no puedo estar cerca de ella porfavor me pueden ayudar gracias. Angelica
ResponderEliminarBuenas tardes, porfavor me podrian decir luego del tratamiento donde me puedo quedar tengo una bebita de 5 meses y me dicen q no puedo estar cerca de ella porfavor me pueden ayudar gracias. Angelica
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