Cáncer (VI) Después de la cirujía... el agotamiento.

Tirado en el sofá, hinchado como un globo, con 8 kilos más que hace dos semanas: retención de líquidos dice el endocrino; tengo la cara inflada, barriga abultada... no me cabe la ropa y me siento muy incómodo.

Aparecen recuerdos de hace mucho tiempo: de pequeño fui el gordito de clase, nunca se olvidan aquellas burlas, aquellas palabras hirientes... gordo... creo que, por dentro, jamás he dejado de serlo aunque haya adelgazado...  me costó esfuerzo, me cuido para no engordar y ahora de repente en apenas quince días...

Han pasado casi dos meses desde la operación, estamos a 29 de marzo de 2009 y mañana ingreso para recibir el tratamiento con Yodo radiactivo, estoy nervioso, ansioso, algo triste y no me encuentro nada bien.

Tras la operación me recuperé rápidamente, pero al no tener tiroides tengo que tomar todos los días una pastilla de hormona tiroidea sintética cuya función es estimular el metabolismo: los procesos que transforman los alimentos en energía y en el que intervienen casi todas las funciones del cuerpo (desde la digestión y la respiración, hasta el sistema nervioso), activándolas y manteniendo el ritmo vital.

Hace un mes, como paso previo al tratamiento con yodo, me quitaron la pastilla y desde entonces cada día ha sido un poco peor, notando síntomas progresivamente... ya casi no puedo llegar de la cama al sillon.

Me cuesta un mundo moverme, me fatigo con facilidad, he tenido que dejar de hacer ejercicio, me falta el aliento...  y sufro al ver que no puedo atender a mi mujer ni cuidar de mis hijos... me siento inútil.

Casi no puedo comer porque no hago bien la digestión y se queda toda la comida en el estómago, dando vueltas.... tengo ardores, gases y contínuas nauseas.

No consigo dormir más de 3 horas seguidas, con dolores musculares por todo el cuerpo, me duele la cabeza., me despierto agotado... y cada día empeorando... menos mal que ya falta poco.

El cansancio físico es duro, pero aun lo es más el mental: estoy todo el tiempo mareado, con una especie de percepción disminuida de la realidad, como cuando se tiene una gripe con una congestión muy fuerte...  me cuesta entender cosas sencillas, es muy frustrante no lograr hacer tareas que antes dominaba...  incluso me cuesta ver: con una especie de visión en túnel, sin distinguir los detalles de la zona periférica.

Y tengo desatendido el trabajo, la cosa está muy fea, se está paralizando el sector... los bancos nos han pedido que devolvamos todas los préstamos de inversiones inmobiliarias... y no hay dinero... no sé qué voy a hacer... me siento impotente... tal vez habría sido mejor para mi familia que me quedase en la mesa de operaciones... sé que no es así, que es egoísta pensarlo... pero no puedo evitar que me venga a la cabeza.

Tengo frío, mucho, mucho frío... y cuando no están en casa Idoia y los niños, me siento solo...  muy solo...

También es cierto que mi suegra y mi madre opinan que con estos kilitos más estoy mucho más guapo...  no hay mal que por bien no venga... ¿será que al final nada es para tanto?.