lunes, 28 de marzo de 2011

Cáncer (V) La operación.

La idea de pasar por una mesa de quirófano te da miedo, ¿verdad?  A mí también, pero no es para tanto.

Temes al dolor... las agujas... la sangre... no es tan duro como crees, sobre todo con una actitud positiva.
...
Parecía que no iba a llegar nunca... ya es 30 de enero... me acaban de despertar, sin desayuno, me afeitan el pecho y a la ducha...con esta bata abierta por detrás diseñada para quitarme toda dignidad. No entiendo porqué me han hecho pasar la noche aquí, habría estado mejor en mi casa... prometí que vendría puntual.

No he pegado ojo por la cama y por los nervios. Guardo mal recuerdo de la anestesia cuando me operaron de adolescente, tuve pesadillas y una especie de resaca brutal cuando me desperté... no tengo miedo a quedarme en la mesa de operaciones, sí al sufrimiento... no se lo he dicho a nadie, debo ser fuerte.

Voy el primero... así me ahorro la angustia de esperar... cada vez que se abre la puerta tiemblo... no sé cómo disimular la tensión... hay que estar calmado... tengo las cosas en orden, estoy en paz con la vida.

Me toca... me llevan en camilla...me da apuro ir tumbado... pero tampoco me voy a sentar... miro al techo y a Idoia que me acompaña: está asustada, se nota... las puertas golpean el cabecero, me desoriento, no sé en qué parte del hospital estoy... llevamos horas dando vueltas,creo... no me quito una canción de la cabeza

 Highway to Hell

Ya hemos llegado... mi mujer se queda fuera, me da un beso, intenta una sonrisa... sus ojos quieren llorar; me pasan a una sala previa al quirófano... mi nerviosismo va en aumento, ya es inútil hacerse el valiente...

Se presentan la enfermera y la anestesista, son realmente amables y eso se agradece... me colocan una vía por la que inyectan un relajante que hace efecto sorprendentemente rápido... ¿qué llevará eso?...   ¿será legal?... qué bien me siento, me invade como un calorcito... buena onda... relax... cambia la canción...

 Everything's gonna be Alright.

Ya entramos... la doctora me saluda... qué maja... habla de la operación, explica que extirpará la tiroides y posiblemente los ganglios del cuello, pero ya no estoy nada preocupado... dibuja con rotulador los cortes a realizar... hace cosquillas...  me empiezan a anestesiar...  qué tíos tan enrollados...  este sitio es la.....
...
Abro los ojos... en la sala de despertar... acabo de dormirme, ¿no? ... todavía estoy soñando, flotando en una nube... veo borrosa a una enfermera, me pregunta si tengo dolor... no me duele nada, no consigo articular palabras coherentes, le da a un botón y a soñar de nuevo... se repite varias veces... no sé cuantas.
...
Cuando por fin estoy consciente me llevan de nuevo a la habitación donde espera mi familia.

Están contentos, todo ha ido bien; pero la espera se ha hecho difícil, la operación ha sido bastante larga: más de 5 horas... larga para los que estaba esperando... yo no me he enterado, me sigue sin doler nada... no tengo jaqueca, malestar, ni sensación de resaca... afortunadamente no ha sido para tanto.


7 comentarios:

  1. Como eres chico, dan ganas de operarse.
    Un abrazo

    Mariana

    ResponderEliminar
  2. Eso tampoco mujer, mejor no tener que hacerlo.
    Gracias y otro abrazo para ti.

    ResponderEliminar
  3. Sí Mariana, es mejor no operarse. Pero si tienen que operarte tampoco pasa nada. Tengo amigas operadas de tiroides (no tienen, o tienen sólo la mitad), y están tan estupendamente como Mariano. Dentro de las malas noticias, es una de las mejores que te pueden dar, te lo aseguro.
    Gracias Mariano por compartir tu experiencia con nosotros.
    Disfruta del fin de semana con tus tesoros, ya sabes los tres pequeñitos, y la culpable de que existan los pitufos, jejejeje.
    Eva.

    ResponderEliminar
  4. Oye, entérate de cuál era ese relajante tan bueno y la dosis que habría que darle a dos pitufos que tengo por casa. Porque la verdad es que hay días que o se lo dan a ellos o me lo tomo a tragos yo. Jejeje.

    La verdad es que con la cesárea y dos intervenciones posteriores yo he tenido buena experiencia pero mejor no volver a pasar por un quirófano. Pero sobre todo, que ninguno de los nuestros tenga que pasar. Porque como comentas, es peor pasarlo en la sala de espera que en el quirófano dormido.

    ResponderEliminar
  5. Tienes razón, la mejor manera de pasar por una operación es estando anestesiado.
    Seguro que hay un mercado negro de esos relajantes :)

    ResponderEliminar
  6. realmente sorprendente tu estilo narrativo, con el que me siento identificado en distintas operación que me he realizado, en caso concreto de mi operación de tiroides, fue un despertar lento, abrí los ojos y estaba como un camarote de aspecto metálico, con oxígeno por nariz , y monitorización de todas mis constantes.... era,la UCI, tal y como marca el protocolo 24 horas en ella. ya ha pasado 2 años y sigo luchando por respuestaincompleta bioquímica al cáncer.

    ResponderEliminar