Parece que Javier se ha estabilizado, siguen sin retirarle la sedación... sigue inerte y con el hielo... no mejora su color... no parece que a su cuerpo vaya a volver la vida.
Nos turnamos para estar con él, una hora cada uno... el otro pasea, lee, toma un café... dentro es casi igual de aburrido... con Javier inconsciente solamente las conversaciones de las enfermeras nos sacan del letargo... de vez en cuando "pita" alguna máquina... ya sabemos si es un suero a punto de acabarse, la saturación de oxígeno o las pulsaciones... me quedo absorto mirando los indicadores... siguiendo segundo a segundo su débiles latidos... prefiero no mirarle mucho a él, ¿estará sufriendo?, parece tranquilo pero de vez en cuando hace una especia de mueca... ¿será dolor?... me dicen que no, que está demasiado sedado.
El tiempo pasa despacio... las horas son eternas dentro de la UCI, en el pasillo, paseando... nada cambia.
No vamos a dejar que venga la familia, no pueden verle así.
Barakaldo, viernes 19 de Octubre de 2.007
Hoy el peque ha estado tranquilo. Menos mal, porque el día ha sido complicado para los médicos.
La vecina de cama de Javier, una pequeña bebita de pocos meses, está muy mal, con fiebre muy alta y los médicos desconocen la causa; su padres son magrebíes, el padre tan apenas habla castellano... no entiende nada de lo que le está pasando a su hijita, solamente llora en silencio a los pies de su cama...
Pasan varios médicos a lo largo del día... no saben qué le ocurre... le tratan con antibióticos... la niña está inconsciente... su estado empeora por momentos...
A última hora de la tarde parece que han descubierto qué le pasa: se trata de una bacteria de la que en España están vacunados todos los recién nacidos y que ya ha invadido todo su cuerpo... nunca lo habían visto... le van a conectar a una máquina para renovarle toda la sangre... espero que estén a tiempo.
Barakaldo, sábado 20 de Octubre de 2.007
La niñita ha fallecido por la noche. Ha sido una madrugada trágica para todo el personal.
De nuevo la muerte ha visitado la UCI... casi se siente su presencia... su olor... me parece ver de soslayo su oscura sombra rondando las cunitas de estos inocentes... por favor... que pase de largo... sé que puede ser muy egoísta... pero que no se lleve a nuestro ángel...
Afortunadamente Javier está estable, ya sin marcapasos y sin el hielo, le empiezan a retirar la sedación... no nos podemos olvidar de la niña pero... la vida continúa... para nosotros... pero no todo el mundo tiene la misma suerte... en dias como el de hoy cuesta encontrarle el lado positivo a la vida.
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Me gustaría saber qué ha sido de aquella familia que en aquel día gris perdió para siempre a su pequeña... y sobre todo me gustaría que me dijeran que han superado aquella tremenda desgracia, que con el paso del tiempo todo se supera... que al final no ha sido para tanto... aunque me cuesta, necesito creerlo.
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Me gustaría saber qué ha sido de aquella familia que en aquel día gris perdió para siempre a su pequeña... y sobre todo me gustaría que me dijeran que han superado aquella tremenda desgracia, que con el paso del tiempo todo se supera... que al final no ha sido para tanto... aunque me cuesta, necesito creerlo.
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Hola Mariano. Acabo de descubrir tu blog a través de Sindrome Up! Me he leido las entradas casi de carrerilla y acabo con carne de gallina... ¡Muy bueno!
ResponderEliminarEstos chavales nos lo ponen a veces muy, muy difícil... pero el premio que se recibe a cambio es enorme (comulgo completamente con el sindrome Up)
Está claro que cada uno tenemos una experiencia distinta, que ellos (como has dejado claro en alguna entrada) son cada uno/a un mundo... pero son nuestros hijos y nos sentimos orgullosos de ellos (como de los demás, of course!)
Iosu
http://downaraberri.blogspot.com/
Te tenía un poco "abandonado", pero la semana pasada me acordé de ti, y de cuánto necesitaba una dosis de ese optimismo que transmites.
ResponderEliminarEstuve desconectada porque murió una prima de mi marido a causa de un cáncer de mama precisamente en el Hospital de Cruces, con 37 años, un peque de 6 años, los gemelos de 3 y un marido que no sabía cómo explicarles lo que pasaba a esos peques. Allá nos fuimos a Eibar, a ¿acompañarles?, ¿consolarles? (me consolaba mi marido más a mi), ¿transmitir ánimos?... Qué dura la pérdida, pero qué duro me parecía lo que se quedaba aquí...
Perdona que me desahogue contigo; la verdad es que la semana pesada estaba muy triste, muy desanimada. (te escribo y todavía una lagrimilla pelea por escaparse)
Y aunque ahora ya estoy mucho más optimista, leo estas cosas que escribes y cada vez me doy cuenta más y más de lo afortunada que soy y en muchas ocasiones lo poco que lo valoro.
Como comentario a la entrada, sé que me repito, pero como siempre te digo qué duro, pero qué bonito. No dejes de darnos estas pequeñas dosis de optimismo tan necesarias, Mariano!
Gracias y un beso fuerte!
Hola Isabel, bienvenida a este blog y muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarMe apunto al tuyo para recibir noticias de Siberia-Gasteiz donde tuve la fortuna de vivir durante más de un año.
Completamente de acuerdo en que el premio compensa el sufrimiento.
Un abrazo y nos leemos.
Hola, Mari, te echábamos de menos.... siento leer tan mala noticia.
ResponderEliminarMañana te escribo para comentar sobre ocasiones como ésta en las que cuesta mucho, mucho, mucho... creer que al final nada es para tanto.
Un abrazo muy fuerte.
Hola.
ResponderEliminarCuando tu peque se debatía entre la vida y la muerte, nosotros llorábamos por una pequeña recién nacida con SD completamente sana. Es para matarnos.
Un beso para tu campeón. He empezado a leer tu blog y me gusta, me gusta mucho.
Gracias Mamá de 7, yo también sigo tu blog.
ResponderEliminarNosotros afortunadamente no pudimos llorar por el síndrome de Down... porque tan apenas tuvimos ocasión de pensar en ello... ventajas de la mala salud de hierro de nuestro pequeño ;)
A cada uno nos tocan nuestras propias "piedras en el camino"... pero de todo se sale... ya sabes... al final nada es para tanto.
Un abrazo y espero leerte por aquí. Gracias de nuevo.
Hola otra vez, Mari,
ResponderEliminarLa pérdida de alguien querido sí es realmente una tragedia... por la que todos tenemos que pasar... pero qué injusto resulta siempre, más aún cuando quedan pequeños huérfanos.
No creo que haya consuelo posible, ni palabras de ánimo que ayuden, solamente se puede acompañar en el dolor... porque duele... y es lógico que sea así; no hay que luchar contra ese sentimiento, solamente aprender a vivir con él.
El duelo no se puede superar con recetas mágicas, ni es cierto que el tiempo todo lo cure... pero sí pienso, porque también a nosotros nos tocó vivirlo, que si sabemos convivir con nuestro dolor sin venirnos abajo, con el paso de los años valoraremos la suerte de haber compartido parte de nuestra vida con una persona que merecía la pena.
Nada volverá a ser igual... pero podrá ser bueno... distinto sin lugar a dudas, pero puede llegar a estar lleno de felicidad.
Por supuesto que siempre se echa de menos no haber tenido más tiempo para disfrutar a la persona perdida... pero afortunadamente nos acabamos quedando con los recuerdos hermosos, y terminamos recordando a quien se ha ido con una sonrisa en la boca... desde luego sin poder nunca, nunca, olvidarle u olvidarla.
No soy ningún especialista en la materia, por lo que, como ya te he dicho, poco más puedo hacer que acompañarte en tu dolor y en el de tu familia, y ponerme a tu disposición para desahogarte.
Un abrazo muy fuerte y sincero, Mari.
Muchas, muchísimas gracias por tus palabras, Mariano.
ResponderEliminarComo te dije, la semana pasada estaba muy muy triste, pero poco a poco como tú dices, te acostumbras a vivir con ello. No es que me olvide, ni que ya no lo sienta: es sólo que no hay más remedio que seguir adelante y que pienso que si las cosas son así, alguna extraña, impensable o pequeña razón hay que las explica (o quizás, eso quiero creer...)
La verdad es que por mi horario de trabajo les puedo dedicar muchísimo menos tiempo del que me gustaría a los enanos, a mi familia, o a mí misma incluso, pero esta experiencia me ha hecho darme cuenta de que nunca se sabe cómo, cuándo o por qué pasan las cosas... Así que por si acaso, lo aprovecho todavía más si cabe, con una ilusión tremenda!
Gracias de nuevo Mariano, otro abrazote fuerte para ti!
Ánimo, Mari, ya sabes que me tienes a tu disposición para lo que quieras.
ResponderEliminarImpactante. Muchas gracias
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