Idoia

Antes de seguir relatando mis pequeñas experiencias, reconozco que estoy haciendo algo de trampa.

Afirmo que todo se supera, pero no debo olvidar la principal clave para que esto sea posible: Idoia.

Es inteligente, sociable, comprensiva, generosa, cariñosa, una gran mujer... difícil resumirlo en palabras pero en definitiva: le admiro, le respeto, me gusta... le quiero. Estar con ella me ha hecho mejor.

Estamos juntos desde hace más de 20 años... y todavía no hemos tenido ninguna discusión. Maduramos y nos hicimos los mejores amigos, es nuestra complicidad la que puede afrontar cualquier problema.

Siempre de acuerdo en lo sustancial: dónde vivir, qué piso comprar, cómo educar a los niños... a nuestro hijo Juan, le llega a fastidiar nuestra unidad  –Es que vosotros sois uno–, qué bonito y qué cierto.

Ambos creemos que lo principal para que una familia funcione es que la pareja esté bien.

No puedo aconsejar, pero en momentos de desacuerdo o enfado, no olvido que me casé para toda la vida y con esa perspectiva, actúo con egoísmo: Mañana estaremos juntos, pasado también...la  manera de que yo esté mejor es que ella sea feliz, aparco lo que me amarga...y le hablo como si nada o mejor, le doy un beso.

Al día siguiente la causa del disgusto parece una tontería, pasados dos días ni me acuerdo... no hay que hacer montañas de los desencuentros en la convivencia. Eso sí: importante... sin guardar el rencor adentro.

Ella no me lo dice; sé que hace lo mismo, me aguanta cuando estoy cansado e insoportable, casi siempre.

Al nacer Javier, Idoia renunció a su carrera para atenderle y ocuparse de su estimulación... no la dejo sola,  es un trabajo de equipo, pero ella  lleva la principal carga.  Y nunca se queja... y no pierde la sonrisa.

Acabo de leer lo que he escrito, y me doy cuenta de que es un poquito empalagoso... y sin embargo es lo que siento. No me tenía por cursi, pero... nunca termina uno de conocerse.

Por supuesto que mis hijos, la familia y los amigos ayudan, pero es la vida junto a mi mujer es lo que hace que los problemas no sean para tanto.

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