No hay que tener miedo a relacionarse con un Down cuando surja, sin forzar las situaciones.
Hay que tratarle como a cualquier otra persona de su edad. No hablar a un Down adulto como si fuera un niño, ni dirigirnos a sus padres si queremos hablar con él, la inteligencia no es lo mismo que la madurez.
Si se trata de un niño y está con sus padres hay que saludarle de la misma manera que hacemos con los niños "normales", hará que se sienta socializado.
No te preocupes porque no te entienda, él no se van a apurar. En caso de que te diga que no ha entendido, puedes reformular la frase en términos más sencillos. No hace falta gritar, en general oyen bien.
Y no sufras si no te responde nada:
- Puede ser que te haya entendido, pero que le haya podido la timidez,
- Puede ser que no haya encontrado la respuesta adecuada (a veces les cuesta un poco),
- o puede ser que no te haya entendido: no importa, ha oido las mismas palabras que le repiten sus padres y educadores pero con otro timbre de voz... muchas gracias ... es una valiosa ayuda.
En general las frases deben ser cortas, sencillas y concretas:
Nos contaba Edurne Pascal, psicóloga de Down Navarra, que si les enseñamos a saludar dando la mano, es probable que vayan por la calle dando la mano a desconocidos; si se les aclara que sólo se saluda a los conocidos, entonces le darán la mano al panadero, al carnicero... hay que tener paciencia.
Y, ¿si mi hijo va al cole con un Down? : la integración reporta, según los expertos, beneficios para los Down: socialización y estimulación; y para el resto de los niños: conocimiento de la diversidad y tolerancia.
En ocasiones aparecen episodios, en niños muy pequeños, de morder o tirar del pelo, frustración por su dificultad para expresarse; esta fase pasa rápido. Y estad tranquilos, no van a retrasar el ritmo de la clase.
No pases un mal rato por tener que saludar a un Down o a su familia, que al final nada es para tanto.
Quiero me cuides sin anularme.
Quiero que me animes sin empujarme.
Quiero que me sostengas sin hacerte cargo de mí.
Quiero que te acerques sin invadirme.
...Jorge Bucay, del libro "Cuentos para pensar" ...
Quiero que me animes sin empujarme.
Quiero que me sostengas sin hacerte cargo de mí.
Quiero que te acerques sin invadirme.
...Jorge Bucay, del libro "Cuentos para pensar" ...
Hola Mariano, vengo desde el blog de Iñigo, enhorabuena por el tuyo me ha gustado mucho, seguro. Te seguiré leyendo. Un abrazo. Fernando.
ResponderEliminarQué importantes todas las aclaraciones que nos has dado. Que importantes y que útiles. Y es que la más de las veces los no socializados somos los no Down. Gracias mariano.
ResponderEliminarHola, ¡yo también he llegado a través de Iñigo!
ResponderEliminarAunque sólo podemos verle en la mini foto del perfil me he reído mucho con la foto de Javier, ¡parece un niño divertidísimo!
Respecto lo que cuentas la verdad es que muchas cosas se cumplen, pero no debemos olvidar que al final, cada uno de nuestros hijos, son absolutamente únicos.
Un saludo y que paséis un buen fin de semana.
José Luis
http://www.elblogdeanna.es
PD ¡Una pequeña sugerencia! Quizás sería interesante que abrieras los comentarios también a gente que no tenga ningún perfil de los que se pide (al clásico de escribir nombre, correo y web).
Hola, Jose Luis,
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo en que cada uno de nuestros hijos es diferente, todo un mundo.
Acepto tu sugerencia y quedan abiertos los comentarios
Un abrazo.
Vaya, parece que con las prisas, lo que escribí el viernes no se debió guardar...
ResponderEliminarVenía a decirte que: lo primero, otra lectora que llega a través de Íñigo. Encantada de "conocerte"!
Decirte que me ha encantado cómo escribes y lo que transmites.
Y transmitirte también que mucho ánimo con tu cáncer de tiroides, que aunque nunca dos casos, son comparables, mi suegro ha pasado por lo mismo y actualmente, su mejor medicina, son sus 2 nietos, sobre todo por aquello del "Síndrome de Up" que le transmite Edu, su nieto pequeño.
Un beso fuerte
P.D. - Me encanta la cara de pillín tan graciosa que tiene Javier!!!
Muchas gracias, Mari.
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